“Durante aproximadamente dos décadas, más de 260,000 personas de El Salvador han llamado hogar a los Estados Unidos después de que un devastador terremoto y la subsiguiente escasez de alimentos, pobreza y violencia generalizada azotaran su país natal. Han vivido, trabajado, comenzado negocios, pagado impuestos y criado familias aquí. La decisión imprudente de la administración de Trump de terminar con el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés) separará familias, enviando personas de regreso a un país que no puede sostenerlas.

“El Salvador aún está reconstruyéndose de los efectos de ese terremoto. Los inmigrantes salvadoreños han desde ese entonces construido vidas aquí, contribuyendo a nuestra economía y a la riqueza de nuestras comunidades. Mi distrito es el hogar de una de las comunidades salvadoreñas más grandes del país. Estos son nuestros vecinos y amigos, y no retrocederé en la lucha por todas nuestras familias. Eliminar el TPS es inhumano y va en contra de lo que este país representa”.